martes, 13 de septiembre de 2016

ENTREVISTA AL GUITARRISTA JOSE ROJO



ENTREVISTA A JOSÉ ROJO



Nacido en Jaén, en el seno de una familia de aficionados al cante, José Rojo toma contacto con la guitarra en la Peña Flamenca, continuando sus estudios en Córdoba y perfeccionándolos con artistas como Enrique de Melchor o Manolo Sanlúcar.  Su amplia formación le ha permitido impartir cursos y talleres en diferentes Universidades y Festivales de Música. Su último trabajo discográfico es "El sonido de mi sentir" (2014). Actualmente ejerce la docencia en el Conservatorio Superior de Música de Jaén, donde nos recibe amablemente.

¿Su interés por la guitarra surgió por tradición familiar?
Yo empecé a tocar porque en mi casa había una gran afición al flamenco, al cante, al baile y también a la guitarra. Desde pequeño he escuchado a Juanito Valderrama, Paco de Lucía…

¿A qué edad actuó por primera vez en público?
La primera vez que yo toqué en público fue con Manolo Valderrama; yo tendría unos doce años. Fue en el teatro, en un certamen de guitarra.

¿Quién ha sido su mayor influencia como guitarrista?
Yo creo que Paco de Lucía es el espejo de los guitarristas. Él me ha transmitido la pasión por el flamenco y la guitarra, al igual que Manolo Sanlúcar y Vicente Amigo. Pero, sin duda, el que más me ha llegado y el que más me caló fue Enrique de Melchor. Lo conocí en el año 1992 como alumno y estuve estudiando guitarra con él unos cinco o seis veranos. Creo que el contacto directo que tuve con ese maestro y su forma de toque me llegaron mucho. Por eso, mi forma de tocar está muy influenciada por la suya.


¿Qué cualidades cree que se valoran más en usted?
Supongo que lo que más se valora es la afición que yo puedo transmitir al público cuando toco. Esta es una de las cosas que la gente puede valorar, no solamente en mí, sino también en otros guitarristas.

¿Desde cuándo ejerce la docencia? ¿Le gusta enseñar? ¿Qué le aporta a nivel profesional dar clases?
Yo llevo en la docencia ocho años. No pude empezar antes porque estaba terminando las carreras de Música y Derecho. Fue algo que nunca esperaba hacer. Desde pequeño, tocaba la guitarra en los escenarios, pero nunca imaginé que acabaría dando clase. Cuando integraron la guitarra en los conservatorios, comencé a dar clases. Sinceramente, creo que es la mejor decisión que he tomado en mi vida, porque trabajo en algo que me gusta y puedo transmitir mis conocimientos a los alumnos, viendo cómo van evolucionando día a día.

¿Cuál es su forma de enfocar la enseñanza de la guitarra flamenca con sus alumnos?
Lo que siempre ha caracterizado a la guitarra flamenca ha sido la enseñanza directa entre profesor y alumno, sin partituras. Sin embargo, también es cierto que estamos en un conservatorio y que aprender a leer una partitura te abre muchas puertas. Yo intento unir ambas cosas: por un lado lo clásico y, por otro, la lectura de partituras.


¿Cómo definiría el estilo de sus obras? ¿Está a favor de la fusión del flamenco o pertenece a una corriente más purista?
Creo que lo interesante es dejarse influenciar por otras músicas, pero siempre sin perder la esencia del flamenco, aunque éste siempre tiene que ir avanzando y seguir enriqueciendo nuestra música y nuestro ritmo.

¿Cuántos discos tiene publicados? Háblenos un poco de sus proyectos
Hace poco grabé un disco con composiciones propias como guitarrista solista. También he colaborado con varios artistas como Rosario López. Mis proyectos actuales son difundir mis discos y extender  mi música a la gente.

¿Qué cree que tiene el flamenco para entusiasmar a un público universal?
Creo que el flamenco tiene la capacidad de enganchar a la gente; tiene tintes y matices que emocionan, una gran capacidad de transmisión y un carácter emocional que cala en la gente.

¿Qué cree que debe tener el flamenco para atraer a la juventud?
Aunque el flamenco es universal, es una música de minorías que sólo llega a unos pocos. Para acercarlo a la juventud, habría que adaptarlo a sus gustos, a sus necesidades, es decir, modernizarlo, hacerlo más pegadizo. De este modo, quizás, algunos/as adolescentes comenzarían a escucharlo.

Y, por último, ¿qué ha supuesto para usted la muerte del maestro Paco de Lucia?
Ha sido un golpe duro, porque era algo que nadie esperaba y era una persona joven. Para los guitarristas, perder a Paco ha abierto un agujero muy grande, ya que él había universalizado el flamenco. Es duro ver que una persona que ha hecho tanto por el flamenco se va tan de repente.



Irene Cañas Jiménez y María Sedeño Ráez


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